Thursday, January 19, 2017

Los contrastes

Día tranquilo. Nos levantamos con calma y esperamos a J que llega en el Lada para llevarnos a alquilar un coche que nos permita viajar fuera de la Habana. Lo conseguimos a través de Jorgito, un contacto de la madre de J que hace de intermediario con una agencia para que no nos timen. La madre de J nos dice que aquí todo funciona así, que tienes que conocer a gente para conseguir cualquier cosa. Esperamos tomando primero café y luego cervezas y así se nos va la mañana.

Pasadas unas horas tenemos un coche bastante aceptable de la marca china Geely. La comodidad de un coche moderno en contraste con uno de los años setenta es increíble. J dice que se le ha pegado a la ropa el olor del Lada y que no le gusta. Yo le digo que me recuerda al Diane 6 de mi infancia. El olor, las vibraciones de los asientos, el sonido agudo y armónico del motor...

Comemos en el morro donde hay unas vistas espectaculares de la Habana. Una vez más pedimos algo de la carta que no tienen. Nos demoramos hablando en la comida y nos acercamos a ver a los suegros de J. Llegamos a Alamar. Un barrio muy humilde que me recuerda a los fumaderos de crack del Bronx de las películas. Subimos once pissos a pie porque el ascensor está roto. La sensación es de una especie de miedo seguro. Sabes que no te va a pasar nada pero la estética te daría miedo en cualquier otro lugar. Descubrimos que J se ha equivocado de edificio tras preguntar a la gente. Consecuencias de la arquitectura comunista colmenar. Probamos en el siguiente bloque. Exactamente igual pero con el ascensor funcionando. Subimos hasta el penúltimo piso y al fin encontramos la casa de Eduardo y Margarita.

Eduardo es un comunista convencidisimo antiguo profesor de universidad enfermo de cáncer suegro de J. Nos reciben amablemente y nos ofrecen café. La casa es una celda en una colmena. La casa rebosa libros con los lomos gastados a los que han añadido el nombre con papel y boli. J se pone al día a nivel familiar. Llega el excuñado de J que recibió un premio de National Geographic a los mejores arqueólogos. Emerging Archeologist. Pero debido al embargo no le dieron los 10.000 dólares de premio. Encontró un barco islandés anterior a la llegada de los españoles. El descubrimiento del siglo al parecer pero que no ha tenido ninguna repercusion mediática.

Cuando ya nos estamos yendo empiezan a preguntar a los españoles por las diferencias entre Cuba y España. L comenta acerca del precio de la leche y replican que tienen leche en polvo gratis. L, imprudente, dice que con el sueldo no se puede comprar eso. A mi me tientan con el precio de las cosas y contesto que he visto el precio de unos bombones muy alto. Me contestan que no es de primera necesidad y decido no entrar en debate. Empiezan a hablar del bloqueo. No dejan de repetir que estamos en el tercer mundo. Que no se nos olvide. Me llama la atención todo lo analógico. Eduardo es una biblioteca andante. Dice que en los libros tiene todo lo que necesita saber. Me pregunto cómo sería esta persona con acceso a internet. Pero ni me planteo comentárselo. ¡Olvidatedeso!

Decidimos hacer tiempo en un bar junto al museo del ron. Empieza a tocar una banda de son. Un contrabajista, un guitarrista, un percusionista y un tres que es un instrumento parecido a la bandurria con tres cuerdas dobles. El segundo tema que toca me eriza la piel. Dice algo de "Por mujeres como tú. Estoy estacionado en el fracaso". Una sensación de superposición de emociones. Como un erizar multidérmico. Solapamiento emocional... Parece un interludio musical apolítico que nos permite relajarnos ante lo que veremos después.

Vamos a casa de Yohan y Dely. Un matrimonio con dos hijos que viven en un palacio en comparación con la casa de Alejandro. Aún así se trata de una casa humilde donde viven con dos niños. Sabri que ronda los 8 y Diego de 11. J dice que Yohan es su hermano y que lo que le haces a uno se lo haces al otro. Dely y Yohan hacen una pareja muy moderna. Tanto que sorprende que en un país bloqueado se vean tan de su tiempo. Algo se me escapa en esto. Veo que el niño lleva una camiseta con dibujos de Minecraft y le pregunto si juega. La madre me dice que el niño quiere ser youtuber.

No entiendo nada. En un país sin YouTube cómo alguien puede ser youtuber. ¿Cómo conocen al Rubius y a toda la farándula? Me hablan de wifinet y del paquete. Una red local hecha a mano tirando cable que conecta toda Cuba de forma clandestina. El paquete es una cantidad de información impresionante volcada en la red que incluye series, vídeos de YouTubers... Flipamos literalmente. Hablamos de cómo la tecnología se abre camino cuando se le pone límites. Cómo la ética hacker abre puertas para que la información fluya por el subsuelo. Flipo nuevamente. Menudo contraste. Menuda diferencia entre un niño de 11 años lleno de vida que quiere ser informático, aprender a programar y jugar online, como cualquier niño del mundo, con el anciano enfermo de cáncer que morirá pronto en una colmena. Parece una triste metafora de la sociedad cubana. Un viejito al que te pasarías horas escuchando acerca de sus teorías sabiendo que la verdadera revolución la hace un niño de once años con ganas de jugar online.

Dely lo califica como la válvula de escape de una olla a presión.

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