Thursday, January 19, 2017

Bayamo, cuna de la nacionalidad cubana

Llevo días sin escribir. Tengo la mirada acostumbrada a Cuba. Estos días han sido de viaje más turístico con excursiones a caballo y actividades guiris que no creo que interesen demasiado.

Ya no me impresionan los caballos por la autopista, la gente vendiendo queso, los baches criminales, los perros callejeros o los coches antiguos. Ya estoy aplatanado como se dice aquí.

Después de 14 horas de bus Ribe y yo hemos llegado a Bayamo en la provincia de Granma. Granma es muchas cosas. Provincia, periódico, equipo de béisbol y un barco que dio nombre a todo lo anterior.

Buscamos un sitio donde cenar. Aprovecho unos minutos de wifi para buscar recomendaciones en TripAdvisor y encontramos un restaurante en el top. En la puerta encontramos unos holandeses a los que no han servido por ir en shorts. Decidimos no comer * ahí y vamos a una hamburguesería que hay cerca. Los locales parecen todos cerrados aunque el cartel pone abierto. Esto nos llama mucho la atención y nos preguntamos si es porque no quieren que entre gente o porque piensan que la gente no entrará al verlo vacío. Entramos en uno para tomar un cerveza y enseguida nos instan a que nos sentemos a pesar de que no hay nadie más y que no tienen cerveza. Todo es muy extraño.

La hamburguesería es indescriptible. Nos sentamos y en seguida se nos sienta un señor al lado pidiendo permiso a pesar de que hay mesas libres. El hombre lleva una bolsa con más de ocho hamburguesas. Nos comenta que solo sirven dos hamburguesas por persona y que él está comprando para su familia y que para que le den más tiene que cambiarse de mesa y pedir de nuevo. Se las traen y el tipo se marcha con sus hamburguesas y unos cuantos refrescos de naranja en plástico. Otra señora se sienta con nosotros con el mismo propósito y empieza a hablarnos del partido de béisbol. Todo el mundo está pendiente del béisbol y la mujer dice tener un presentimiento de que Granma ganará el juego de hoy.

La camarera desganada nos trae unas hamburguesas que distan mucho de tener buena pinta. La carne parece pollo. El queso es rosa y el sabor... No está mal. El precio son 10 pesos cubanos que viene a ser unos 40 céntimos de euro. Una cena realmente barata. En efecto se trata de un establecimiento del estado y como tal está decorado con la más absoluta austeridad. Los manteles son de tela y el ambiente me recuerda a un restaurante chino al que le han eliminado toda decoración. Pienso en que allí nadie está sonriendo. La verdadera Cuba parece tener el rostro severo.

Vamos a un bar donde una cerveza nos cuesta lo que cuatro hamburguesas. Obviamente estamos en la zona más turística en un establecimiento privado. Vemos el béisbol y Granma pierde 3 a 0 contra Ciego de Ávila. Primer partido de los 7 que decidirán el campeón de la serie nacional cubana. Es la primera vez que Granma llega tan lejos. Le explico lo poco que sé de béisbol a Ribe y el partido transcurre sin que nada suceda. Acabamos la cerveza y vamos a La casa de la trova donde hay música en directo. Nos dicen que "es free" y decidimos ir. Hay un grupo tocando y escuchamos Guantanamera por enésima vez. Efectivamente era un cebo pues la cerveza ahí nos cuesta 2 CUCs, dos euros, seis hamburguesas. Además integran vendernos CDs del grupo en tres idiomas y me empiezo a sentir muy guiri.

Cuando la banda termina de tocar todos los cubanos se reúnen alrededor del partido y en un momento dado uno avisa de que Granma ha empatado en la séptima entrada. Estamos cansados por haber pasado la noche de viaje en bus y decidimos volver a la casa donde Reinaldo, el dueño, nos invita a ver el partido junto a él y su mujer. Me cuenta curiosidades como que los equipos cuentan con jugadores de otros equipos ya eliminados o que algunos que están jugando en Japón han venido a echar una mano.

Siguen empatados en la décima entrada cuando sale Despaigne a batear. Un gordito en el que todos tienen mucha fe. En el primer bateo manda la bola a las nubes y Reinaldo se pone de rodillas en el suelo y me choca la mano. En la calle se oyen gritos como si fuera un gol del Mundial. El Pitcher de Ciego de Ávila se viene abajo y lo cambian. Poco después Granma elimina a tres y ganan el partido. Reinaldo goza como loco y me dice que ya somos granmeros.

A la mañana siguiente una viejecita nos parará para decirnos Arriba Granma y pienso en la importancia del deporte como pegamento social.

Ponemos rumbo a Santiago de Cuba para ir a Baracoa. Nos montamos en un camión que por 25 cups nos lleva a Santiago desde Bayamo. 1€ en lugar de los 10€ que cuesta en autobús. Menos comodidad pero más...

2 comments:

  1. ¿Dónde está el asterisco? El texto no es completo sin el asterisco, lo quiero!

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