Tuesday, February 7, 2017

La naturaleza fractal de los viajes, el universo y todo lo demás

Un fenómeno curioso que se da cuando se viaja es lo que he venido a denominar la expansión fractal del lugar. Pongamos que llegas a un lugar que te han recomendado en el que planeas estar un par de días. Llegas y a las pocas horas te empiezan a recomendar puntos de interés y lugares de alrededor que los lugareños y otros viajeros te describen como fantásticos. La curiosidad comienza a hacerse fuerte en ti y a hacerte sentir que esos dos días no te van a servir mas que para ver la punta del iceberg. Decides prolongar tu estancia un par de días más y visitas esos lugares que sufren un proceso parecido y se empieza a disparar tu FOMO (Fear of missing out) y tú, que no quieres perderte nada, decides visitarlos también. En el trayecto has conocido también personas fantásticas con las que quieres pasar más tiempo y que a su vez te van presentando más gente interesante. Al final acabas con varios niveles de gente y lugares que no sabes cómo ramificar.

Hay que decir que estos niveles diferencian al turista del viajero y desde hace unos días me pregunto si soy un turista o un viajero y me desasosiega el espíritu pensar que estoy consumiendo lugares a un nivel superficial aunque a veces no me queda otra alternativa. Estoy visitando lugares turísticos, pero la sensación de encontrar un sitio magnífico que poca gente conoce satisface mucho al viahipster que hay en mí.

En Cuba ya sentí que me dejaba muchas cosas por ver y En México me está sucediendo algo parecido. Primero decir que el tamaño es brutal y que no me hacía una idea cuando planifiqué el viaje. Pensaba pasar de puntillas porque no tenía demasiado interés y empiezo a pensar que un mes es poco para visitar un sitio tan grande. Ya he descartado Baja California y varios lugares que me han recomendado como fantásticos. Cada ciudad que visito se ramifica y le aparecen pueblos mágicos alrededor que no te puedes perder, cascadas con forma de cola de caballo, restaurantes que se come bien y barato a la orilla del mar y sé que por mucho tiempo que tenga, esto no va a cambiar.

Últimamente rumio la idea del viaje como una forma de mirar más de cerca y veo que conceptualmente el mundo se comporta de esta manera expansiva en casi todos los aspectos y cuanto más de cerca miras algo más complejo parece. Supongo que la otra opción es un reduccionismo en el que a veces caemos involuntariamente. Oigo mucho decir "No se me ha perdido nada en ..." y lo achaco a una forma de ceguera bastante útil que te hace reducir un lugar, una persona o cualquier cosa a lo poco que sabes de ella y por ello careces de interés. Viajar es permitir a un lugar expandirse y ramificarse. Mirar algo de cerca es darle la oportunidad de ser. Conocer a alguien en profundidad es hacerlo grande y tener acceso a su complejidad. Si no miramos de cerca solo veremos gente, cosas o destinos turísticos.

2 comments:

  1. Está bien chido todo esto. Yo pediría fotos de comida. Dale una oportunidad de ser (blog) a la comida.

    ReplyDelete
  2. Me encanta! "Viajar es permitir a un lugar expandirse y ramificarse." lo guardo, y espero acordarme del autor cuando lo siga citando en algunos años!

    ReplyDelete