Saturday, February 11, 2017

Parálisis hidrocálida

Desde que hice público el blog no he tenido ganas de escribir. Quizá por haber perdido intimidad, quizá porque ahora parece que escribo para más gente. Más gente a la que agradar, más ojos mirando, más juicios de valor, más... Bueno, stop, que me pongo intenso para justificar mi pereza.

Tengo pendiente escribir sobre San Luis Potosí, Real de Catorce y sobre la Huasteca, pero como ya no lo tengo fresco y no me gusta escribir de memoria, pero bueno, algo caerá. Esto me da que pensar en el impresionismo y la escritura y cómo una vez que un momento ha pasado no merece la pena capturarlo. La libreta en medio de la naturaleza en vez del caballete. En fin. A lo que vamos.

Desde el lunes (hoy es sábado) he estado en casa de Daniela en Aguascalientes. Aguascalientes es una pequeña ciudad industrial en medio de México cuyos habitantes se llaman hidrocálidos. Una vez más me maravillo ante el ingenio que hay aquí para los gentilicios. Dicen que es una de las tres mejores ciudades de México para vivir y se nota. El tráfico es suave y casi nadie pita. La gente es más cálida que hídrica aunque no todos. La comida es una mezcla de todas las de México y está deliciosa a pesar de no tener nada típico. En general, al igual que le pasó a Daniela, me ha recordado a Murcia por el tamaño y la calidad de vida.

Voy a ir enumerando cosas así sin mucho orden:

Como podía imaginar hay un manantial de aguas termales que cerraron el día que íbamos a ir.

Hay un museo de la muerte al que fui sin energía. Por un momento pensé que el muerto era yo. Aún no comprendo muy bien cómo entienden los mexicanos la muerte, pero se ríen de ella y la pintan de colores, la personifican y le dan un protagonismo que me hace pensar en si huimos de ella en nuestra cultura. Casi parece un triunfo sobre la misma, pero solo son ideas sobre las que tengo que pensar.

Daniela y su familia nos han tratado a Ribe y a mí a cuerpo de rey. A modo de agradecimiento les hemos obsequiado con una nueva edición de una tortilla de patatas con menos épica que la cubana, pero acompañada de un salmorejo que no estaba nada mal. Un hecho que puede ayudar a entender la comida mexicana es que, para ellos, la tortilla de patatas sola, a pesar de decir que estaba muy buena, era insuficiente, por lo que la tentación de mezclarla con el salmorejo fue demasiado y así lo hicieron. La comida mexicana es combinar elementos, echar salsas, limón, cilantro, chile, cebolla todo lo que haga falta para que cada bocado te explote de sabor en la boca, y vaya que si lo consiguen.

Daniela es profe de arquitectura en la universidad y nos ha llevado a ver algunos de los trabajos de sus alumnos y hemos contribuido a las evaluaciones. impostura que ha sido posible gracias a pasar horas rodeado de arquitectos y que me suenen términos como eje constructivo además de tener mucha jeta.

Lo más impactante ha sido la visita al Cristo roto. Un Cristo de unos 20 metros en medio de una presa al que le faltan una pierna, un brazo y la cruz. Tiene una historia bonita en la que, al parecer, el propio Cristo, cuando lo iba a restaurar pidió que lo dejasen así para que quien lo viera recordase a los que también están rotos. Abajo incluyo una foto.

Aguascalientes ha sido un oasis sedentario dentro de la travesía por el desierto del nomadismo. La ilusión de estabilidad y dejar de ser viajero por unos días para recordar qué era aquello de estar quieto. He notado un poco de entumecimiento al tener todas las necesidades más que cubiertas y al ponerme la mochila me he sentido raro. La quietud es muy seductora pero ahora mismo me apetece más bailar con el movimiento que para parar siempre hay tiempo.

Por último agradecer a Daniela por la hospitalidad, por el libro, por ser tan buena onda, por enseñarnos tantos lugares y por contribuir a construir un mundo más bonito y mejor. A su familia por acoger a dos desconocidos y ofrecerles todo, hasta una botellita de tequila para cuando les echemos de menos.

El próximo destino es Guanajuato. Hasta pronto.

3 comments:

  1. No lo dejes Luis, es muy bueno y...si sólo te leemos 4 personas ;-)

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  2. Perdón primo, he vuelto a contar y somos más de 4! Jejeje. Un abrazo!

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  3. Te entiendo perfectamente. A mí ahora también me da pereza escribir comentarios. Yo creo que no deberíamos escribir más. Fue bonito y eso. Hasta que no vayas a Zihuatanejo como Andy Dufresne en Cadena perpetua, mejor callar. (A ver si con psicología inversa…)

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